Persona social: Quiere que le presten atención permanentemente. Es muy posible que llore cuando te pierde de vista, creyendo que nunca más volverá a verte. Jugar a esconderte por unos segundos o tapar y destapar su juguete preferido es la mejor forma de disminuir su ansiedad.
Comunicación: Tu bebé empieza a comunicarse con mayor eficacia. Si bien todavía no reemplazó el balbuceo y los gritos, acude a tu llamado y comienza a pronunciar palabras como “mamá”, “papá” y monosílabos como “guau” para referirse por ejemplo a un perro. ¡Ya puede recordar unas cinco palabras! Seguramente al pronunciarlas se ayude con gestos, señalando los objetos que desea o le llaman la atención. Es tiempo de darle conversación y hacerle saber que cada cosa tiene su nombre. No dudes en nombrarle todo, más todavía si pregunta; su pequeña cabecita registra más de lo que evidencia, algo que podrás comprobar cuando se largue a hablar.
Motricidad fina: Empieza a ayudarte a la hora de vestirse, estirando los brazos o extendiendo sus piernas. Ya está aprendiendo a imitar tus movimientos.
Por favor recordá que estos hitos del desarrollo son aproximados, ya que cada bebé es único. Ante cualquier duda, te sugerimos que siempre consultes al pediatra.
Nota supervisada por el Equipo Médico de Mamashelp.
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