Entramos al Wal-Mart (todos los juguetes con importantes descuentos) y pasando por el sector de juguetes, vimos una chanchita rosa. Para la gente que no lo sepa, “chanchita, puerquita rosa” son algunos de los sobrenombres de mi hija.
La ubico a Sofía frente al estante de peluches y le digo
Había una vez una puerquita rosa que estaba muy triste porque quería vivir en la casa de alguna niña buena. Suspiraba porque esa nena no llegaba, hasta que un día vio a una nena con el cabello colorado y quiso irse con ella.
Tome a la puerquita y fingiendo la voz, dije
Hola nena linda, cómo te llamas?
Sofía!
Y quisieras llevarme contigo a tu casa?
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Y Sofía abrazo feliz a la puerquita.
Me salió tan bien la historia que luego tuve que repetirla con la vaquita y con el león, pero cambiando el final. Ellos estaban esperando que lleguen otros niños ;)
Y por aquí esta Sofía mostrándole a su puerquita que sabe colorear. Ah! A propósito, Sofía recibió otro libro para colorear y una caja de crayolas de Barbie. Saldo blanco, que el dicen ;)
2 comentarios:
Preciosa tradición.
Y me ha encantado el "regalo" (la historia) que le has hey a la linda Reina Batata.
Besos.
Gracias Wen! Ojala le hubieras visto la cara!!! Debo las fotos..
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