Los 17 Meses de tu Bebé: ¿Tan Chiquito al Jardín?

			Los jardines maternales y las guarderías se presentan como una interesante opción para aquellos que no quieran o puedan tener a alguien cuidando al bebé en casa. A la hora de elegir este centro, vale la pena repasar una serie de criterios de selección.
	Quizás este sea EL dilema de las madres (tanto las que trabajan fuera del hogar como las que no): ¿con quién dejar al bebé: un familiar, una persona que lo cuide en la casa o una guardería? En muchos casos la primera ni siquiera es una opción: no siempre hay en la familia una abuela o tía con ganas, tiempo y capacidad para hacerse cargo todos los días del cuidado del bebé. Las alternativas restantes implican encomendar al bebé a una tercera persona especialmente contratada para cuidarlo, cosa que no siempre es fácil de conseguir o de pagar. En el caso de que el bebé se quede en su casa al cuidado de alguien, lo positivo es que permanecerá en su ambiente natural, con atención personalizada. Pero muchos padres no están cómodos con este sistema. El principal beneficio de la guardería frente a una persona contratada para cuidarlos en la casa, es que en el primer caso se trata de un ambiente especialmente preparado, con personas entrenadas en el cuidado y la educación de los pequeños, de tal manera que conocen el desarrollo de un bebé y pueden alimentar sus crecientes habilidades en consecuencia. Estos lugares ofrecen una mezcla de actividades y la oportunidad de sociabilizar con otros chicos de la edad. En cuanto a las desventajas, la atención nunca es totalmente personalizada y crece el riesgo de que los bebés se contagien resfríos u otras enfermedades al aumentar la cantidad de gérmenes en circulación. Elegir una guardería o jardín maternal, por tanto, no es tarea fácil. Se recomienda comenzar la búsqueda seis meses antes de la fecha prevista de ingreso, ya que es de utilidad entrevistar y visitar docentes y lugares antes de tomar la decisión. Algunos criterios útiles en la elección de un jardín maternal o guardería: 1. Cantidad de menores por adulto y de bebés por grupo: para los bebés de entre 12 y 24 meses, la relación es de 1 a 3 para grupos de 6; 1 a 4 para 8; 1 a 5 para 10 y 1 a 4 para 12. De todas maneras, es preferible que los grupos no excedan los 8 niños. 2. Reglas claras: es importante que el centro sea flexible –para adaptarse a las necesidades de cada familia– pero con reglas claramente establecidas. Prestar especial atención a la política de enfermedades. Averiguar qué enfermedades impiden la asistencia de los chicos y por cuánto tiempo. Los mejores centros promueven los chequeos periódicos tanto para los niños como para su personal. 3. Una combinación atractiva de actividades: actividad física, tiempo de descanso, programas grupales e individuales, merienda y tiempo libre son componentes imprescindibles. La exposición a la televisión o los videos deben ocupar la menor porción de tiempo posible y, si efectivamente ocurre, controlar que sean apropiados para la edad. 4. Personal calificado y dedicado: además de entrenamiento específico para niños pequeños, deben tener conocimientos de primeros auxilios y manejo de emergencias. En la entrevista de admisión, en un buen centro querrán saber todos los detalles relacionados con la salud y el cuidado del bebé. 5. Condiciones de higiene: asegurarse, por ejemplo, de que el personal se lave las manos antes y después de cambiar pañales. El centro debe contar con la cantidad de baños necesarios para todos los niños. Los juguetes deben lavarse adecuadamente tres veces por día. Deben desarrollar hábitos higiénicos, como la costumbre de lavar las manos de todos los chicos antes de comer. 6. Referencias: preguntar entre los amigos y parientes con hijos de edad similar a la del bebé, si tienen recomendaciones y referencias sobre los lugares que se pre seleccionaron. Visitar las páginas web de las instituciones de interés ahorrará tiempo de consulta. El jardín maternal puede ser una buena solución al dilema de las madres que trabajan y de las que buscan un espacio diario para ellas mismas. Todas las recomendaciones pueden ser útiles, pero la impresión de la mamá y el conocimiento que tiene de su hijo lo es en mayor medida. Puede ocurrir que un centro de impecable infraestructura, que cuente con los últimos juguetes y materiales pedagógicos, no pueda ofrecer la atención y el trato que la mamá sabe que su hijo necesita. La búsqueda del lugar ideal puede alargarse, pero vale la pena dedicarle tiempo y atención a su elección. Nota supervisada por el Equipo Médico de Mamashelp.