Mi cabeza vuela. Me veo hace 5 años y medio, preparando el ajuar de Sofía. Mentalmente, veo una cajita y en voz alta me pregunto ¿qué había ahí dentro?. Me río de mi locura, me digo que tengo la excusa del embarazo y sigo ordenando el bolso.
Y recuerdo la cajita. Ahí estaban los aretes de Sofía. HORROR !!!!! No le hemos comprados sus aretes a Maia !!!
Y recordé un artículo sobre perforar o no el lóbulo de las recién nacidas que escribí para el blog. Y sigo con mis dudas.
Tenemos la urgencia que el bisabuelo de Maia la conozca. Aunque está algo mejor, hace un par de meses nos dio un susto bien fuerte. Ni bien Maia tenga sus primeras vacunas, viajaremos a verlo. Y de paso, en la ciudad de Valladolid le compraremos sus broqueles de oro.
Cuando se los colocaremos?. Tengo que decidirlo con el papá, pero como dice el artículo, los doctores recomiendan esperar un poco.
Igualmente, bien saben que se van a enterar del "suceso"...
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